ORACION PARA REHACER LOS ACTOS

Imagen de Mariu

“Hija mía, tú no sabes la razón, pero Yo la sé y ahora te la digo a ti. Mi Humanidad no tuvo reposo, y en mi mismo sueño no tuve tregua, sino que intensamente trabajaba, y esto porque debiendo dar vida a todos y a todo, y rehacer en Mí todo, me convenía trabajar sin interrumpir un instante, y quien debe dar vida debe ser un continuo movimiento y un acto jamás interrumpido, así que Yo estaba en continuo acto de hacer

Otro Video explicitando el mismo tema: 

Divina Voluntad: Actos Rehechos 

https://www.youtube.com/watch?v=DtkyUyeFDRU

En este fragmento de las Revelaciones de:  Dios Padre se manifiesta a J. V. de este mes 1º de Abril, encontramos una similitud  con la Divina Voluntad Libro de Cielo,  Revelado a Luisa. Ver página completa:   http://diospadresemanifiesta.com/

Cuarto Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo.

Sobre: Retomad todo lo que habéis desperdiciado y unidlo, en estos momentos, a Mis Méritos para que no se desperdicien. Recordad que vivís en un eterno presente Conmigo; todo lo que hagáis en todo momento, llega a Mí, porque Soy Eterno, no hay Tiempo para Mí, todo es un presente.

 

Hijitos Míos, Yo tomé naturaleza humana para poder convivir entre los hombres, pero para que vosotros os dierais cuenta que Yo también vivía, sufría y gozaba igual que vosotros y, así, supierais que os entiendo mejor.

 

Vosotros, a ratos, gozáis, a ratos sufrís, lo mismo pasaba Conmigo. Veía, también, vuestras tribulaciones, las cuales, también, Yo tuve. Dolor de Corazón, más fuerte que el vuestro, al ver las injusticias y la maldad que os rodeaba, pero también los ataques de satanás sobre vosotros, que os tenía muy atribulados.

 

Yo, conviví entre los hombres y sigo estando entre vosotros, vivo en vosotros, pero muy pocos se dan cuenta de esto y, todavía, Me creen un Dios lejano, sentado en un trono, en el Cielo, observando y tomando decisiones desde allá arriba. Por eso, hay tantas almas, o que no se acercan a Mí o ni siquiera Me toman en cuenta o Me blasfeman, porque Me creen el autor de vuestros males.

 

Yo sigo estando con vosotros, en vosotros, a vuestro alrededor, cuando os dejáis guiar por Mí. Os aconsejo de la mejor forma, porque Yo, también, viví situaciones iguales o semejantes a las vuestras. Os conozco perfectamente, sé de vuestros dolores, de vuestras alegrías, de vuestros dolores externos e internos. No Me tenéis confianza, por eso no os acercáis a Mí, pero, lo más importante de todo esto, Mis pequeños, es que quise padecer todo esto, para vuestro bien, para vuestra salvación. A Mí Mismo Me daba una Fuerza Divina el saber que todo esto, que vosotros padecéis y que Yo también padecí, iba a ser transformado con Mi Donación, una Donación Divina, para que vosotros, en lo futuro, cuando os unierais a Mí, cuando unierais vuestros padecimientos a los Míos y Me los ofrecierais, iban a tener una función transformadora de las almas y salvadora también, tanto, como para vuestra propia alma, como para la de vuestros hermanos.

 

El dolor, las preocupaciones, vuestros sufrimientos íntimos, tomaban ya otra razón, otra función, ya no era el dolor por el dolor, ya no era el padecer por el padecer, todo lo que Me dierais y vivierais, quedaba ya transformado por Mi Donación y eso os debe llevar a una gran alegría, porque, ya, vuestros dolores, todo lo que vivís y padecéis, junto con vuestras alegrías, todo, ya queda unido a Mi Vida y Mi Vida fue para vuestra salvación y para la restauración del Reino.

 

Ciertamente, el dolor y los padecimientos, no los vais a poder evitar, mientras viváis en la Tierra, pero ya no los toméis, solamente, como padecimientos que debéis soportar, sino que serán medios de crecimiento espiritual y de salvación para las almas y, por eso, adquieren otra finalidad; y eso, es lo que os debe dar ésa alegría de estar en la Tierra, vida, viviendo como Yo Viví, padeciendo, como Yo padecí, ofreciéndoMe por vosotros para vuestra salvación. Si realmente tenéis la Sabiduría para entender vuestra vida, la podréis comparar a la Mía y, así, os abrazaréis, también, a vuestra Cruz con alegría, porque ciertamente, también moriréis, pero vuestra muerte no va a ser inútil, vuestra muerte ofrecida con la Mía, va a ser una muerte que dará vida a muchas almas.

 

Recordad que un pequeño dolor, ofrecido y unido a Mis Méritos, puede hacer grandes milagros, no desperdiciéis lo que vuestra Cruz, de cada día, os permite. Aprovechad todos los momentos, aparentemente, insignificantes de vuestra vida, como Yo aprovechaba los Míos, para ofrecérselos a Mi Padre por vuestra salvación.

 

Os he dicho, Mis pequeños, que desperdiciáis muchas oportunidades de dar Vida, de salvar almas, de crecer hacia la perfección a la que estáis llamados, ¡desperdiciáis tanto!

 

Retomad todo lo que habéis desperdiciado y unidlo, en estos momentos, a Mis Méritos para que no se desperdicien. Recordad que vivís en un eterno presente Conmigo; todo lo que hagáis en todo momento, llega a Mí, porque Soy Eterno, no hay Tiempo para Mí, todo es un presente.

 

Estáis, como os he dicho, para ser otros Cristos en estos momentos de la historia, aprovechad todos vuestros momentos de dolor, de alegría, de tristeza, de amor, todo eso lo viví por vosotros, ahora, vividlo por Mí, para vuestros hermanos.

Gracias, Mis pequeños.