Cómo Dios al crear al hombre, puso en él el germen del Amor Eterno

Imagen de Mariu

 

Estaba pensando en el amor inmenso de mi dulcísimo Jesús, y Él me ha hecho ver a todas las criaturas como unidas dentro de una red de amor, y me ha dicho:

"Hija mía, al crear al hombre Yo puse en él tantos gérmenes de amor:  los puse en su inteligencia, en los ojos, en la palabra, en el corazón, en las manos, en los pies, en todo puse el germen del amor, y Yo debía trabajarlo desde afuera, y junto Conmigo puse todas las cosas creadas para hacer brotar este germen, hacerlo crecer según Yo quisiera. 

Este germen, habiendo sido puesto por un Dios Eterno, era eterno también él, así que el hombre contiene en sí un eterno amor, y un eterno amor le va siempre al encuentro, para recibir la correspondencia de los gérmenes de su eterno amor puesto en el hombre, y darle nuevo y eterno amor, porque Yo quería estar dentro del hombre como germen, y fuera como trabajador, para formar en él el árbol de mi eterno amor; ¿porque de qué le serviría al hombre tener el ojo lleno de luz si no tuviera una luz externa que lo iluminara?  Quedaría siempre en oscuridad, así que para gozar el efecto de la luz se necesita la luz interna del ojo y la luz externa del sol que lo ilumina; así de la mente, si no tuviera la palabra que manifiesta el pensamiento, la vida de la inteligencia moriría y quedaría sin fruto, y así de todo lo demás. 

Amé tanto al hombre, que no sólo puse en él este germen de mi eterno amor, sino que lo puse a él bajo las olas de mi eterno amor que está esparcido en todo lo creado, para hacerlo germinar en él y arrollarlo todo en mi eterno amor; así que si la luz del sol resplandece en su ojo, le lleva la ola de mi amor; si toma el agua para quitarse la sed, el alimento para nutrirse, le llevan la ola de mi eterno amor; si la tierra se extiende bajo sus pies y queda firme para darle el paso, le lleva la ola de mi amor; si la flor emana su perfume, si el fuego hace salir su calor, todos le llevan mi eterno amor. 

Pero esto no basta, Yo estoy junto a él trabajando dentro y fuera para arreglar, confirmar y sellar todas mis semejanzas en el alma del hombre, a fin de que amor eterno le doy, y amor eterno me dé, así que también la criatura me puede amar con eterno amor, porque de él contiene el germen. 

Pero con sumo dolor mío el hombre sofoca este germen, y entonces sucede que a pesar de que mi amor lo tiene bajo sus olas, él no siente la luz que le lleva mi amor, porque él habiendo sofocado el germen ha quedado ciego; a pesar de que mi amor arde, él no se calienta, y por cuanto beba y coma no se le quita la sed ni se alimenta, pues donde no está el germen no hay fecundidad".  Vol. 15.-  28 de junio de 1923

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