Algo mas sobre la confianza

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Bella reflexión de nuestro buen amigo el Pbro. Pedro José Vado, ciertamente la confianza «ATA» a Jesús, y Él, con sumo agrado y complacencia lleva a la criatura a tomar por ella misma aquello que pedía. Se supone que son peticiones para sus necesidades espirituales. Aunque, sin pedírselo,también se ocupará de nuestras necesidades materiales. Y si algo no nos es concedido, señal segura que el estado actual es Voluntad de Él, y es necesario  pasar por ello para nuestro crecimiento espiritual y semejanza con Jesús.

 

Veamos algunos fragmentos de sus escritos donde afirma lo anterior, iniciemos con la continuación del que se usa en la reflexión que estamos comentando:

 

3-26

“Cuando el alma confía, está segura de obtener lo que pide,Yo me hago atar los brazos, la hago hacer lo que quiere, la hago penetrar hasta dentro de mi corazón y por sí misma le hago tomar lo que me ha pedido. Si no hiciera esto me sentiría en un estado de violencia”.

 

34-31

“Hija mía bendita, ánimo, el coraje abate las plazas más fuertes, vence los ejércitos más aguerridos, debilita nuestra potencia, más bien se la apropia y animosa vence lo que quiere, y Nosotros viéndola que no tiene la más mínima duda de obtener lo que quiere, porque la duda disminuye el ánimo, damos más de lo que quiere. 

 

Hija mía, el ánimo, la confianza, la  insistencia sin cesar jamás, el amor, en nuestra Voluntad son las armas que nos hieren, y debilitándonos hacemos que ella misma tome lo que quiere.

 

Ahora oigamos a Luisa que le hace saber a su gran discípulo Federico Abresch, esta promesa de nuestro Jesús, donde confirma que aun en las cosas materiales Él proveerá:

 

«…Queridísimo en el Querer Divino, yo no sé cómo agradecerle, que como hijo quisiera ayudarme, si yo tuviera necesidad en las cosas necesarias; ¡gracias, gracias!

 

Más bien, quiero decirle un secreto prometido por el Fiat Divino, que tomará a pecho a todos aquellos que vivirán en Él y se  hará portador de todo lo que necesitamos, tanto en el alma como en el  cuerpo; no dejará faltar nada a ellos, y, si ocurriera, incluso con medios milagrosos.  

 

Nos encontraremos en las condiciones de la Creación, que una cosa creada no tiene necesidad de la otra, todas son ricas en sí mismas; están con  sumo acuerdo y no se apartan jamás de su puesto.

 

Nuestro puesto es la DivinaVoluntad. Si vivimos en Ella, nos tendrá en su mesa y nada podrá faltarnos.  ¡cuán bueno es el Señor! Agradezcámoslo de corazón.